La Ley de Segunda Oportunidad (Ley 25/2015 de 28 de julio) es un procedimiento legal que existe en toda España mediante el cual se permite a personas físicas en situación de insolvencia renegociar sus deudas o cancelarlas de forma total o parcial. Esta ley está pensada para que particulares y autónomos que, habiendo demostrado que son buenos pagadores, no pueden hacer frente a sus obligaciones de pago porque atraviesan una mala situación económica, y por ello, eliminen total o parcialmente sus deudas y puedan empezar de cero.

Los requisitos para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad en España son los siguientes:

1. Ser una persona física: Es necesario ser una persona física, ya sea particular o autónomo. Las empresas y sociedades mercantiles con problemas de solvencia deben acudir al concurso de acreedores.
2. Estar en situación de insolvencia: El deudor debe ser insolvente o estar a punto de serlo. En el segundo caso, se refiere a que prevé que no podrá cumplir con sus obligaciones económicas en los próximos tres meses.
3. Haber actuado de buena fe: Hasta la reforma de la Ley de Segunda Oportunidad en 2022, la ley indicaba cuándo se consideraba que el deudor había actuado de buena fe. A partir de entonces, aunque no se establece expresamente, se entiende que se refiere a los casos del artículo 487 de la Ley Concursal, que recoge situaciones en las que el deudor ha actuado de mala fe. Por ejemplo, no podrá obtener la exoneración del pasivo insatisfecho si ha sido condenado por ciertos delitos económicos en los últimos diez años.

En el año 2023 se registró un crecimiento del 9,1% en el número de sociedades mercantiles de nueva creación respecto al año 2022, cerrando el ejercicio con un total de 108.091 empresas nuevas, la mayor cifra registrada desde el año 2007, año en el que se registraron un total de 142.000 sociedades según indica el INE (Instituto Nacional de Estadística).

El capital medio suscrito para estas sociedades de nueva creación en el año 2023 es de 58.191,00-€, lo que representa un 11,10% más que respecto a las cifras del año 2022.

También se ha observado un descenso en la disolución de empresas, habiendo sido disueltas un total de 24.764 sociedades en el año 2023, lo que representa un 5,6% respecto al año anterior; siendo el primer año (2023) en el que el número de disoluciones de sociedades se reduce ya que en los años anteriores (2021 y 2022) se produjo un crecimiento en estos datos.

De las 24.764 sociedades disueltas en el año 2023, el 82,20% lo hicieron voluntariamente, el 9,90% por fusión con otras sociedades, y el 7,90% restante por otros motivos.

Dentro del marco de las sociedades de nueva creación, el mercado inmobiliario, financiero y de seguros, registró un total de sociedades nuevas del orden de un 16,90%; mientras que en el otro extremos, en el correspondiente a las sociedades disueltas, el 20,10% pertenecía al ámbito del comercio y el 15,80% a la construcción.

Si bien Madrid, Cataluña y Andalucía lideran la creación de nuevas empresas en el año 2023 (Madrid 24.671, Cataluña 20.646, y Andalucía 19.167), es en La Rioja, Cantabria y Navarra las demarcaciones geográficas en las que el crecimiento en nuevas sociedades es el menor (La Rioja 415, Cantabria 769, y Navarra 805).

En cambio, en el marco de las disoluciones, las que regiones que mayor número de disoluciones registraron son Madrid (8.244), Andalucía (3.826) y Comunidad Valenciana (1.839), mientras que las regiones que menor número de disoluciones registraron en el año 2023 fueron (La Rioja (201), Navarra (261), y Cantabria (268).

No obstante, si nos centramos en la evolución de la recta final del año 2023 y nos alejamos de los resultados acumulados de todo el ejercicio, podemos ver como la creación de empresas en el mes de diciembre del 2023 descendió un 14,20% respecto al mes de noviembre del mismo año; y el número de disoluciones de sociedades, dentro de este mismo período, se incrementó en un 21,30%.